viernes, 2 de agosto de 2019

Más allá de la sociedad disciplinaria y la depresión generalizada By Byung-Chul- Han



Byung-Chul Han (o Pyong-Chol Han) (Seúl195912​) es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Escribe en idioma alemán y está considerado como uno de los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia.3


La sociedad disciplinaria de Foucault , que consta de hospitales , psiquiátricos, cárceles , cuarteles y fábricas , ya no se corresponde con la sociedad de hoy en día. En su lugar se ha establecido desde hace tiempo otra completamente diferente , a saber : una sociedad de gimnasios , torres de oficinas , bancos, aviones, grandes centros comerciales y laboratorios genéticos. La sociedad del siglo XXi ya no es disciplinaria , sino una sociedad de rendimiento. Tampoco sus habitantes se llaman ya ´´Sujetos de obediencia´´ . sino sujetos de rendimiento.Estos sujetos son emprendedores de sí mismo. Aquellos muros de las instituciones disciplinarias, que delimitan el espacio entre lo normal y lo anormal, tienen un efecto arcaico.
El análisis de Foucault sobre el poder no es capaz de describir los cambios psíquicos y topológicos que han surgido con la transformación de la sociedad disciplinaria en la de rendimiento. Tampoco el término frecuente ´´ sociedad de control´´ hace justicia a esa transformación . Aún contiene demasiada negatividad.
La sociedad disciplinaria es una sociedad de la negatividad. La define la negatividad de la prohibición. El verbo modal negativo que la caracteriza es el ´´no-poder´´ (Nich-Durfen). Incluso al deber (sollen) le es inherente una negatividad : la de la obligacion. La sociedad de rendimiento se desprende progresivamente de la negatividad.
Justo la creciente desregularización acaba con ella. La sociedad de rendimiento se caracteriza por el verbo modal positivo ´poder´´ (konnen) sin límites. Su plural afirmativo y colectivo Yes, we can expresa precisamente su carácter de positividad. Los proyectos , las iniciativas y la motivación reemplazan la prohibición , el mandato y la ley.
A la sociedad disciplinaria todavía la rige el no.
Su negatividad genera locos y criminales. La sociedad de rendimiento , por el contrario produce depresivos y fracasados.
El cambio de paradigma de una sociedad disciplinaria a una sociedad de rendimiento denota una continuidad en un nivel determinado. Según parece, al inconsciente social le es inherente el afán de maximizar la producción. A partir de cierto punto de productividad, la técnica disciplinaria , es decir , el esquema negativo de la prohibición, alcanza de pronto su límite. Con el fin de aumentar la productividad se sustituye el paradigma disciplinario por el rendimiento, por el esquema positivo del poder hacer (konnen), pues a partir de un nivel determinado de producción, la negatividad tiene un efecto bloqueante e impide un crecimiento ulterior.
La positividad del poder es mucho más eficiente que la negatividad del deber. De este modo, el inconsciente social pasa del deber al poder. El sujeto de rendimiento sigue disciplinado. Ya ha pasado por la fase disciplinaria.
El poder eleva el nivel de productividad obtenida por la técnica disciplinaria, esto es , por el imperativo del deber. En relación con el incremento de productividad no se da ninguna ruptura entre el deber y el poder , sino una continuidad.
Alain Eherenberg sitúa la depresión en el paso de la sociedad disciplinaria a la sociedad de rendimiento :
Eñ éxito de la depresion comienza en el instante en el que el modelo disciplinario de gestión de la conducta, que , de forma autoritaria y prohibitiva , otorgó sus respectivos papeles tanto a las clases sociales como a los dos sexos , es abandonado a favor de una norma que induce al individuo a la iniciativa personal : que lo obliga a devenir él mismo; El deprimido no está a la altura, está cansado del esfuerzo de devenir él mismo.

De manera discutible, Alain Ehrenberg aborda la depresión solo desde la perspectiva de la economía del sí mismo (Selbst). Según él, el imperativo social pertenecerse solo a sí mismo causa depresiones. Ehrenberg considera la depresión como la expresión patológica del fracaso del hombre tardomoderno de devenir él mismo. Pero también la carencia de vínculos , propia de la progresiva fragmentación y atomización social , conduce a la depresión. Sin emabrgo , Ehrenberg no plantea este aspecto de la depresión ; es más , pasa por alto asimismo la violencia sistématica inherente a la sociedad de rendimiento , que da origen a infartos psíquicos. Lo que provoca la depresión por agotamiento no es el imperativo de pertenecer solo a sí mismo, si no la presión por el rendimiento. Visto así, el síndrome de desgaste ocupacional no pone de manifiesto un sí mismo agotado , sino más bien un alma agotada, quemada. Según Ehrenberg, la depresión se despliega allí donde el mandato y la prohibición de la sociedad disciplinaria ceden ante la responsabilidad propia y las iniciativas. En realidad , lo que enferma no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna.
Alain Ehremberg equipara de manera equívoca el tipo de ser humano contemporáneo con el hombre soberanos de Nietzsche : ´´ El individuo soberano , semejante a sí mismo, cuya venida anunciaba Nietzche , está a punto de convertirse en una realidad de masa : nada hoy por encima de él  que pueda indicarle quién debe ser ,porque se considera el único dueño de si mismo. Precisamente Nietzche diría que aquel tipo de ser humano que está a punto de convertirse en una realidad de masa ya no es ningún superhombre soberano, sino el último hombre que tan solo trabaja. Al nuevo tipo de hombre , indefenso y desprotegido frente al exceso de positividad , le falta toda soberania. El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo , saber : voluntariamente , sin coacción externa. Él es , al mismo tiempo , verdugo y víctima. El sí mismo en sentido empático es todavía una categoría inmunologica. La depresión se sustrae, sin embargo, de todo sistema inmunologico y se desata en el momento en el que el sujeto de rendimiento ya no puede poder más. Al principio , la depresión consiste en un ´´cansancio del crear y del poder hacer´´. El lamento del individuo depresivo, ´´Nada es posible´´, solamente puede manifestarse dentro de una sociedad que cree que ´´Nada es imposible´´. No poder poder más conduce a un destructivo reproche de sí mismo y a la auto agresión. El sujeto de rendimiento se encuentra en guerra consigo mismo y el depresivo es el inválido de esta guerra interiorizada. La depresión es la enfermedad de una sociedad que sufre bajo el exceso de positividad. Refleja aquella humanidad que dirige la guerra contra sí misma.
El sujeto de rendimiento está libre de un dominio externo que lo obligue a trabajar o incluso lo explote. Es dueño y soberano de sí mismo. De esta manera, no está sometido a andie, mejor discho , solo así mismo. En este sentido, se diferencia del sujeto de obediencia. La supresión de un dominio externo no conduce hacia la libertad , más bien hace que libertad y coaccion coincidan. Así, el sujeto de rendimiento se abandona a la libertad obligada o a la libre obligación de maximizar el rendimiento. El exceso de trabajo y rendimiento se agudiza y se convierte en autoexplotación.
Esta es mucho más eficaz que la explotación por otros, pues va acompañada de un sentimiento de libertad. El explotador es al mismo el explotado. Víctima y verdugo ya no pueden diferenciarse.Esta autorreferencialidad genera una libertad paradójica , que , a causa de las estructuras de obligación inmanentes a ella , se convierte en violencia. Las enfermedades psíquicas de la sociedad de rendimiento constituyenprecisamente las manifestaciones patológicas de esta libertad paradójica.         

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