jueves, 2 de julio de 2015

Bendito error



17. Las Teorías de los niños : La piedra está viva porque no se muere nunca 

En una investigación sobre el concepto de viviente y de animal les pedimos entre otras cosas a niños de diferentes edades que dividieran un mazo de cartas que representaban animales, vegetales y objetos inanimados en dos pilas : los vivientes y los no vivientes. A continuación les pedimos que dividieran a los vivientes en animales y no animales. Un reducido grupo de los niños más pequeños ( de 6 y 7 años) eligió del mazo los objetos inanimados , la piedra y el banquito, y los puso en la pila de los vivientes. Otros investigadores en otros países habían obtenido el mismo resultado, lo cual hacía interesante el fenómeno y especialmente las motivaciones que los niños daban para explicarlo. ´´ La piedra está viva porque no se muere nunca ´´, explican los niños, demostrando tener en la cabeza una verdadera teoría científica, aunque diferente de la de los adultos. Para nosotros , ´´viviente´´´se opone a ´´ no viviente´´; para esos niños se opone a ´´ muerto´´. El niño no tiene experiencia, ni por lo tanto conocimiento de lo ´´ no viviente´´, que es un concepto negativo, abstracto. En cambio tiene experiencias precoces de muertes: animalitos que mueren, personas , algunas muy cercanas, que mueren. Llegado a este punto, con rigor científico ( nos recuerda también el rigor de los filósofos griegos) aplica a su teoría con la lógica rigurosa del silogismo clásico, coherente hasta la paradoja : si la muerte se opone a la vida, el que no puede morir será el viviente por excelencia, de manera que la piedra , que no puede morir, será el más viviente de los seres. Esta reflexión demuestra dos cosas: por una parte cuán rico es el pensamiento del niño rico no en sueños y fantasías sino en conocimiento y en verdaderas teorías, sobre las bases de las cuales evalúa y organiza el mundo. Son teorías subjetivas , todavía no confrontadas con las de los demás , todavía no sometidas al debate del grupo, y la tarea central de la escuela es ésta : llevar a los alumnos a través de la confrontación , el debate, a pasar de los conocimientos subjetivos a conocimientos más amplios y próximos a los de la ciencia adulta.La segunda reflexión se refiere a la pobreza de muchos comportamientos educativos, que ante una frase como la que presentamos condenarían al niño con un definitivo : ´´Equivocado´´, obligándolo a creer pasivamente , y a repetir cada vez que se lo pregunten que la creación se divide en tres reinos , y que los vivientes son las plantas y los animales, mientras que los no vivientes son los minerales. 


*L´Unitá, 22-6-1994 


19. He descubrido : Bendito Error 

Mi hijo tenía alrededor de tres años y medio cuando le escuché decir : ´´He descubierto´´. Me sentía asombrado y orgulloso de tener un hijo que pronunciaba tan precoz mente con corrección un verbo irregular. Unos meses después le escuché decir : ´´He descubrido´´. Superado el movimiento de desilusión por el aparente atraso de mi hijo que parecía tan inteligente, cierta deformación profesional me llevó a reflexionar sobre esos dos hechos extraños. Lo que comprendí, y después lo encontré confirmado en los estudios de otros investigadores , me dio escalofríos en la espalda y modificó profundamente mi relación con mi hijo y con los niños en general. Enseguida resultó evidente que el primer ´´descubrido´´ no podía ser una imitación , no formaba parte de expresiones familiares ni dialectales que se usaran en casa ; necesariamente el niño había construido solo esta forma verbal. 
Esto significa que antes de los cuatro años un niño ( todos los niños cometen errores como el de mi hijo) ya está en condiciones de conjugar un verbo. Lo cual quiere decir que sabe que el verbo es una parte variable del discurso ; que hay tres tipos de verbos : en ar, er , e ir ( lo que llamamos conjugaciones) ; que en los tres casos el participio pasado termina respectivamente en ado , ido e ido ; y como descubrir pertenece a la tercera conjugación , su participio correcto sería descubrido ; por suerte , mi hijo no sabía que descubrir es un verbo irregular , y entonces pudo equivocarse, si se me permite decirlo así. Porque cuando un niño actúa bien , dice lo que hay que decir, demuestra que aprendió y hace lo mismo que los que actúan bien. En cambio cuando se equivoca se equivoca solo , el error es suyo ,personal , y si prestamos atención a los errores, ellos se convierten en una puerta ( una de las pocas puertas) que nos permite entrar en la personalidad del niño. Dos breves consideraciones finales: 1 ) Si los errores son tan importantes para conocer al niño, la escuela no debería tenerles tanto miedo, no debería hacerlos desaparecer tan ciegamente. En cambio los docentes debieran aprovecharlos para comprender, reflexionar sobre el hecho de que el niño que a los cuatro años ya sabe conjugar un verbo, cuando a los seis empieza la escuela primaria debiera encontrar propuestas adecuadas para su nivel de competencia y no propuestas banales , reiterativas y sustancialmente humillantes. 

*L Unitá, 20-7-1994

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