viernes, 17 de abril de 2015

El Teatro como ritual ( Prof. Elvira Orlando De Meyer y Patricio Esteve )


El Teatro como ritual ( Prof. Elvira Orlando De Meyer y Patricio Esteve

Las raíces del teatro occidental están inmersas en rituales de iniciación y mitos.
La tragedia griega se basa en mitos abarcadores del compartimiento humano. Toda comunidad tiene una memoria colectiva (Jung) y esa memoria se expresa a nivel consciente en el mito , tomado en su sentido más prístino , es decir, la decodificacion de un proceso vital  real y su proyeccion a la esfera de lo imaginario.
Uno de los grandes mitos popularizados por el  psicoanálisis  es el Edipo,parricida e incestuoso. Si vamos a la raíz de las palabras , padre deriva de fuerza,  (PITRI en sánscrito) y madre de fecundidad (MATRI). Cuando Edipo,es decir, el hombre, mata a su padre, mata a la fuerza, y dentro suyo se tranforma en violencia . Al unirse luego con la fecundidad engendra monstruos que finalmente lo aniquilaran.
Está es una metáfora de la condición humana en general y del artista en particular. No es posible la creación sin la influencia armónica  de la fuerza y de la fecundidad : si la primera es violencia , es decir, fuerza destrozada, el resultado es una catástrofe ; si la segunda falta o es anulada , la fuerza deriva en esterilidad y en derrota.
El espectador griego que asistía a los grandes festivales iba en busca de la clarificaron del comportamiento de un hombre frente a la adversidad para aprender  las dos virtudes exaltadas en su polis: la templanza y el conocimiento, SOFROSINE Y ARETE. Al mismo tiempo también iba actualizar la conciencia de que la desmesura ( hubris) en el comportamiento llevaba a la catástrofe y a la destrucción , no sólo del individuo, sino de familias y grupos sociales.
Si pensamos en el teatro como un rito es porque la obra teatral antes de pasar por un escenario es mera literatura ; la representación le da sentido y permite que el espectador  se transfiera al personaje y salga con una nueva sabiduría , al entrar en el interior de los actuantes.
Una verdad casi de Perogrullo nos marca que sin espectadores no hay teatro posible.Aún en los espectáculos televisivos se precisa un publico en la sala o la risa automática que acompaña al chiste para el espectador solitario frente a su pantalla.Es que en realidad el público actúa como un re alimentador del espectáculo. El actor frente a una sala entregada actuará su papel con mayor intensidad , y a su vez el público se sentirá más satisfecho ante esta entrega del actor,porque ha entablado  un verdadero vínculo. Hay un tercer modo de retro alimentación que se cumple a través de los propios espectadores, mucho más visible en obras reideras, cuando la carcajada de uno se contagia a toda la sala.
Todo ritual es básicamente dramático porque es básicamente un espectáculo. Viceversa, podemos decir que todo espectáculo dramático participa de lo ritual, en cuanto asume un aspecto  mimetico , involucra una acción de naturaleza altamente simbólica y metafórica.
El ritual se expresa por medio de la repetición que instaura un tiempo u ámbito sagrados; el teatro con su eterno presente,  abarca una situación de igual carácter .Cada representación teatral es igual y distinta y lleva a una conciencia perceptiva de la naturaleza humana.
Los teatros pueden ser descriptos como catedrales seculares y las catedrales como escenarios religiosos.  Una y otra vez el teatro nace del ritual. Evidente en Grecia pero también en el Medioevo europeo en el  que los milagros y misterios eran la extensión directa  del rito religioso.
Los efectos logrados son similares : en el teatro, la catarsis; en el ritual, la comunión, la iluminación y la exaltación.
Esto ocurre no sólo en Grecia y el Medioevo ; en nuestros días rituales profanos como ceremonias cívicas, actos  políticos, reuniones deportivas etc., nos muestran que los elementos dramáticos se siguen extendiendo a lo largo y a lo ancho de todas las actividades sociales del ser humano.
Otro aspecto  interesante de este mismo tema es la ceremonia que implica ´´ir al teatro´´ No sólo hay una preparación externa ( cierta forma de vestir), sino una interna ( un desasosiego que recorre la sala antes de apagarse las luces).La tensión crece y se necesita que la sala permanezca expectante en procura de la inminente comunión; es inconcebible ver una obra de teatro ya comenzada y esto se hace patente en el fastidio que produce entre el publico una entrada tardía.

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