viernes, 30 de octubre de 2015

Los indios en la historia Argentina By Lucio V. Mansilla

Lucio Victorio Mansilla (Buenos Aires, 23 de diciembre de 1831 - París, 8 de octubre de 1913) fue un general de división del Ejército Argentino, así también periodista, escritor, político y diplomático, autor del libro Una excursión a los indios ranqueles, fruto de una recorrida que emprendió en 1870 por los toldos de estos pueblos originarios de América. Fue gobernador del Territorio Nacional del Gran Chaco entre 1878 y 1880.


Los indios en la historia argentina - Una excursión a los indios ranqueles- Lucio V. Mansilla(1870)

XXXV -* Creencias de los indios- Son uniteístas y Antropomorfistas- ´´Gualicho´´- Respeto por los muertos.

Mi comadre Carmen vivía en Carrilobo, cerca del toldo de Villarreal, el casado con su hermana, y había venido a visitarme trayéndome mi ahijada.Escuchándola pasamos un rato muy entretenido. Habla con facilidad el castellano y posee bastante caudal de expresiones para manifestar sus sentimientos e ideas y hacerse entender.Sobre las creencias de los indios me dió las siguientes nociones: No se congregan jamás para adorar a Dios; le adoran a solas, ocultándose en los bosques. No es ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, ni la universalidad de los seres vivientes. Por manera que no son idólatras , ní pantéistas.
Son unitístas y antropomorfistas.
-Dios- Cuchauentrú , el hombre grande , o Chachao, el padre de todos- tiene la forma humana y está en todas partes; es invisible e indivisible; es inmensamente bueno y hay que quererle.A quien hay que temerle es al diablo- Gualicho.Este caballero, a quien nosotros pintamos con cola y cuernos, desnudo y echando fuego por la boca, no tiene para ellos forma alguna. Gualicho es indivisible e invisible y está en todas partes , lo mismo que Cuchauentrú. Mientras el uno no piensa en hacerle mal a nadie, el otro anda siempre pensando en el mal del prójimo.
Gualicho ocasiona los malones desgraciados, las invasiones de cristianos, las enfermedades y la muerte, todas las pestes y calamidades que afligen a la humanidad.
Gualicho está en la laguna cuyas aguas son malsanas, en la fruta y en la yerba venenosa; en la punta de la lanza que mata; en el cañón de la pistola que intimida; en las tinieblas  de la noche pavorosa; en el reloj que indica las horas ; en la aguja de marear que marca el Norte; en una palabra, en todo lo que es incomprensible y misterioso.
Con Gualicho hay que andar bien; Gualicho se mete en todo: en el vientre, y da dolores de barriga; en la cabeza, y la hace doler; en las piernas, y produce la parálisis; en los ojos, y deja ciego, en los oídos, y deja sordo; en la lengua, y hace enmudecer.
Gualicho es un extremo ambicioso. Conviene hacer el gusto en todo. Es menester sacrificar de tiempo en tiempo yeguas, caballos, vacas , cabras y ovejas; por lo menos una vez cada año, una vez cada doce lunas, que es como los indios computan el tiempo.
Gualicho es muy enemigo de las viejas, sobre todo de las viejas feas: se les introduce quien sabe dónde y en dónde y las maleficia.
!Ay de aquella que está engualichada!
La matan . Es la manera de conjurar el espíritu maligno
Las pobres viejas sufren extraordinariamente por esta causa. Cuando no están sentenciadas, andan por sentenciarlas. Basta que en el toldo donde viva una sucede algo, que se enferme un indio , o se muera un caballo; la vieja tiene la culpa, le ha hecho daño. Gualicho no se irá de la casa hasta que la infeliz muera.
Estos sacrificios no se hacen públicamente , ni con ceremonias. El indio tiene el dominio sobre la vieja la inmola a la sardina. En cuanto a los muertos, tienen por ellos el más profundo respeto . Una sepultura es lo más sagrado. No hay herejía comparable al echo de desenterrar un cadáver.Como los hindúes, los egipcios y los pitagóricos, creen la mempsicosis, que el alma abandona la carne después de la muerte, transmigrando en un tiempo más o menos largo a otros países y dándoles vida a otros cuerpos racionales o irracionales.
Los ricos resucitan generalmente al sur del Río Negro, y de allí han de volver, aunque no hay memoria de que hasta ahora haya vuelto ninguno.Por esta razón los entierran junto con el mejor caballo y las prendas de plata más valiosas que tuvieron: y alrededor de la sepultura les sacrifican caballos, vacas, yeguas, cabras y ovejas, según la riqueza que dejan, o la que poseen enterradas son para que  tengan en que andar en la tierra esa, donde deben resucitar; los demás animales son para que tengan que comer durante el viaje de ida y vuelta.
Las mujeres también resucitan, no se crea que no. Pretenden algunos que han vivido mucho tiempo entre los indios , que a consecuencia de estas costumbres debe haber mucha plata labrada enterrada en el desierto. Por mi parte , creo que los cristianos , que ni le tienen tanto miedo a Gualicho, ni son pitagóricos, se han encargado de desenterrarla.
Lo cierto es que , según las noticias que mi comadre me daba, las honras fúnebres no se hacen con tanta pompa como antes.Mi comadre aseguró que, mientras no hubo cristianos entre los indios, no hubo ejemplo de que se violaran las tumbas sagradas.
¿Sera cierto que la civilización es corruptora?
A pesar de lo dicho, los indios no son sanguinarios ni feroces; prueba de ellos es que jamás sacrifican a los manes de sus muertos víctimas humanas.
Matan a las viejas, es cierto; pero lo hacen  porque las creen poseídas por Satanás. Y al fin del cuento, no es tanto lo que se pierde dirán algunos.
Hablando seriamente, ha una verdad desconsoladora que consignar: que ciertos cristianos refugiados entres los indios son peores que ellos. En aquellos mundos de barbarie pasan dramas terribles. Cuantas más cautivas hay en el toldo, más frecuentes son las escenas que despiertan y desencadenan las pasiones que empequeñecen y degradan a la humanidad.
Las cautivas nuevas, viejas o jóvenes, feas o bonitas, tienen que sufrir , no sólo las asechanzas de los indios, son o, lo que es peor aún , el odio y las intrigas de las cautivas que les han precedido, el odio y las intrigas de las mujeres del dueño de casa, el odio y las intrigas de las chinas sirvientas y agregadas.Los celos y la envidia , todo cuanto hiela y enardece el corazón a la vez se conjura contras las desgraciadas. Mientras dura el temor de que la recién llegada conquiste el amor o el favor del indio, la persecución no cesa. Las mujeres son siempre implacables con las mujeres. Frecuentemente sucede que los indios, condoliéndose de las cautivas nuevas, las protegen contra las antiguas y las chinas. Pero esto no se hace sin empeorar su situación, a no ser que las tomen por concubinas.
Una cautiva a quien yo le averiguaba su vida, preguntándole como le iba , me contesto: 
-Antes, cuando el indio me quería, me iba muy mal, porque las demás mujeres y las chinas me mortificaban mucho, en el monte me agarraban entre todas y me pegaban. Ahora que ya el indio no me quiere, me va muy bien, todas son muy amigas mías.Estas palabras sencillas resumen toda la existencia de una cautiva.Agregare que cuando el indio se cansa a, o tiene necesidad,o se le antoja, la vende o la regala a quien quiere.
Sucediendo esto , la cautiva entra en un nuevo período de sufrimientos, hasta que el tiempo o la muerte ponen término a sus males.

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